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Mario Vargas Llosa pelea por segunda vez con el bicho en clínica Ruber de Madrid
El marqués español es escoltado por sus tres hijos y su esposa.
El escritor peruano-español-dominicano Jorge Mario Pedro Vargas Llosa (87) ha permanecido dentro de una cápsula esterilizada de la clínica Ruber de Madrid (España) desde el sábado 1 de julio en que fue internado a consecuencia de un renovado zarpazo del coronavirus.
El marqués de Vargas Llosa- título nobiliario que le otorgó en el 2011 el rey Juan Carlos I de España- ha sido escoltado tras un grueso vidrio del centro médico por sus hijos Gonzalo, Álvaro y Morgana, así como por su ex esposa, la cochabambina Patricia Llosa Urquidi (78).
El lunes 3 de julio sus hijos emitieron el siguiente comunicado: ‘En vista del interés de los medios por el estado de salud de nuestro padre, hacemos público que está hospitalizado desde el sábado tras habérsele diagnosticado el Covid-19’.
A la que no se le vio ni el polvo en la clínica Ruber fue a la filipina María Isabel Preysler Arrastia (71), de quien Vargas Llosa se separó ‘definitivamente’ en diciembre del 2022, poniendo fin a una relación de ocho años que terminó con una gran turbulencia mediática.
‘Podemos estar en un espacio muy cerquita donde está él, así que lo podemos ver a través de una ventana, podemos tener contacto con él’, declaró a un medio ibérico Gonzalo Vargas Llosa (56) el miércoles 5 de julio, en la puerta del sanatorio.
Luego de la ruptura sentimental con Isabel Preysler, el autor de ‘La ciudad y los perros’ buscó refugio en sus hijos, especialmente en Álvaro Mario Vargas Llosa (57), con quien ha tenido que encarar momentos difíciles como su derrota electoral de 1990 ante Alberto Fujimori.
A una pregunta de la prensa española sobre la supuesta preocupación de Isabel Preysler Arrastia, Gonzalo Vargas Llosa respondió así: ‘Hemos recibido centenares de llamadas, de mensajes. Yo no he visto ninguno de la persona que usted me menciona’.
En abril del 2022, durante la Semana Santa, MVLL se contagió por primera vez de Covid-19, por lo que tuvo que ser internado de urgencia en la misma clínica Ruber de Madrid en la que ahora convalece, donde permaneció conectado a un tubo de oxígeno. Isabel Preysler y su hija Tamara Falcó estuvieron a su lado desde el momento en el que Mario Vargas Llosa fue ingresado con problemas respiratorios, haciendo compañía a la prole del escritor: Álvaro (57), Gonzalo (56) y Morgana (49).
