Correa respondió ante la justicia por contrato petrolero que hizo perder a su país más de 2 mil millones de dólares

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Ex mandatario calificó proceso como una “persecución política” en una semana en la que también perdió la posibilidad de retornar al poder

Rafael Correa declaró ayer lunes ante la justicia por un presunto caso de corrupción que tachó de “persecución política”, horas después de conocer por primera vez la derrota electoral. Una racha con aires de final para quien fuera el hombre más poderoso de Ecuador.

El domingo los ecuatorianos bloquearon mediante un referéndum la posibilidad de que Correa recuperara el poder en 2021, y, de paso, enterraron algunas de las reformas que promovió este temperamental líder de izquierda de 54 años.

Aún con la herida abierta, este lunes rindió testimonio ante la Fiscalía, en Guayaquil, sobre un presunto perjuicio al Estado en la venta de petróleo a China y Tailandia. De momento, no enfrenta cargos en el marco de una indagación previa.

En una rueda de prensa tras prestar testimonio, indicó que en 2010 aprobó una operación que consideró beneficiosa para el país y aseguró desconocer detalles como el costo de fletes, tarea de la que se encargaba su equipo técnico, del que dijo que no tenía razones para desconfiar.

“Hoy me encuentro en Fiscalía porque en el mundo al revés, los honestos somos los que venimos a declarar”, manifestó con sorna en su comparecencia.

En las indagaciones del caso testificaron el pasado 25 de enero el empresario Enrique Cadena, desde México, y el político y periodista Fernando Villavicencio.

Este último sostiene que el Estado ecuatoriano fue presuntamente perjudicado en 2.200 millones de dólares por la suscripción de contratos con China y Tailandia a través de alianzas estratégicas, extremo que Correa niega antes de señalar que la documentación presentada en el caso contiene “gravísimos errores”.

Comentó que el expediente por el que ha sido citado, “ni siquiera se trata de una demanda” y acusó a Villavicencio de ser un “denunciólogo”.

El ex gobernante, que en diez años en el poder (2007-2017) superó con éxito 14 desafíos electorales, ve en este llamado de la Fiscalía la maniobra final para salir de él. El domingo los ecuatorianos también decretaron la “muerte política” para los condenados por corrupción.

“No tienen de qué acusarnos pero están desesperados. Buscan meter preso a Correa porque lo odian, judicializar la política, que no pueda salir del país”, dijo el ex mandatario a la prensa.

Hasta hace menos de un año nadie creería que su aparente fracaso podría venir de la mano del que fuera su vicepresidente y ahora enemigo político: Moreno, promotor de la consulta que enterró buena parte del legado correísta.

Hoy martes el ex presidente regresará a Bélgica, adonde se mudó con su familia tras dejar el poder en mayo pasado.

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