DISCURSO PRESIDENCIAL: El PAPEL AGUANTA TODO

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La presidenta Dina Boluarte intentó ganarse la confianza del pueblo peruano brindando un discurso protocolar por Fiestas Patrias que contenía un escandaloso tufo complaciente, sospechosamente conciliador y sobrecargado de promesas. En la creencia de que el papel aguanta todo. Y eso no es así. El pueblo peruano no le cree y no le tiene confianza, eso está evidenciado en el resultado de las últimas encuestas en las que arroja bajísima credibilidad y aceptación.
El discurso propalado ha servido para sellar, a la mala, una jugada sucia orquestada entre el gobierno y el Congreso, la cual advertí en su momento, y que se trató del supuesto adelanto de elecciones generales. Toda esa patraña quedó con este discurso oleada y sacramentada. Se quedan todos hasta el 2026.
Leyendo entre líneas, aquel discurso de 72 páginas, que duró 3 horas con 6 minutos, el cual fue elaborado para endulzar a la audiencia y tratar de complacer a tirios y troyanos utilizando promesas de obras fantásticas, sin fecha de inicio, ni plazos de termino, solo ha sido una extensa tomadura de pelo y un elemento políticamente distractor. La finalidad es distraer y engañar al pueblo con promesas fantásticas para que se olviden que está pendiente el adelanto de elecciones generales.
Estoy seguro que la mayoría de promesas mencionadas en el hemiciclo durante la leída del discurso, no se van a cumplir por diferentes factores que la misma presidenta Boluarte sabe de antemano. La mayoría de las obras prometidas no se llevarán a cabo por falta de financiamiento, carencia del marco legal o simplemente incapacidad de gestión. Para muestra un botón: El Hospital de San Juan de Lurigancho, que olvidó escribir en su discurso, pero si lo mencionó, aún no pueden terminar su construcción e implementación, mucho menos van a poder construir los 6 grandes hospitales que anunció.
Parafraseando el popular lema que acuñara el ex mandatario acciopopulista Fernando Belaunde Terry, que fuera tomado de la Biblia, y que dice: “Hechos y no palabras”, fue reutilizado por Boluarte en su discurso, con ello hizo una exhibición ideológica camaleónica, olvidándose de la supuesta izquierda que representa y pasándose con una frase a representar a la derecha tradicional. Y es que salió con la convicción de satisfacer a todos, pues la consigna es quedarse en el poder a toda costa. Por todo esto urge que lo que queda de la presa libre en el país redoble sus esfuerzos para seguir investigando y denunciando los actos ilegales y de corrupción de este gobierno.
En un acto de evidente traición ideológica y política tiró por los suelos al gobierno de Pedro Castillo y le achacó todas las desgracias por las que atraviesa el país, olvidándose que ella formó parte de ese gobierno como vicepresidenta y como ministra. Y lo indignante es que ella nunca denunció ninguno de los actos de corrupción, que se dieron durante el gobierno en el cual formó parte, sino hasta hoy es que se indigna, se rasga las vestiduras y señala con dedo acusador y total descaro al gobierno pasado y sus representantes como autores y responsables de todas las fallas que impiden que el país salga adelante.
Trato de endulzar a los ayacuchanos con la próxima celebración de la Batalla de Ayacucho, pidió perdón a las familias de los fallecidos en la protestas de diciembre último, imploró por una conciliación “entre todos los peruanos”, y manifestó su posición a favor de intentar resucitar otra vez al Pacto Nacional, que no es más que un engaña muchachos, que en la práctica no sirve para absolutamente nada. Al menos para hacer más creíble el engaño, hubiese ofrecido su relanzamiento con otro nombre y nuevos representantes con verdadero valor político y social.
La Iglesia Católica se ha manifestado en contra del gobierno señalando que el discurso de la mandataria carece de sensibilidad social porque no percibe las necesidades urgentes de la población.
Y es así, en el discurso no se ha dejado notar las tremendas carencias que tiene nuestro país en niveles de desempleo, lo cual está sumiendo en la pobreza a diario a cientos de familias peruanas, la pandemia ha arrasado con las pequeñas y medianas empresas, no hay incentivos ni créditos para regresarlas a la vida, pero para la mandataria todo está bien y sino en camino de solución. Si el discurso lo ha hecho ella está totalmente fuera de la realidad. Se nos vienen tiempos difíciles, la corriente de El Niño, el Niño Global, lo cual traerá escasez y elevación del precio de los alimentos, pero sobre este importante tema no ha dicho una sola palabra. O sea, nos la vamos a tener que arreglar solos como siempre, con un Estado ausente, que solo aparece para recaudar impuestos y aparentar ayuda.
No ha dicho nada de las medidas que se deben estar realizando sobre la preparación contra el fenómeno climático de El niño. Este va a llegar a finales de año, sino es antes, y no sabemos cómo nos va a golpear y sobre todo deberíamos estar en plena preparación para soportar el azote de la naturaleza. Pero no, Dina Boluarte está cautivada por la parafernalia del cargo y el glamour de sentirse empoderada gozando de las atenciones propias del cargo, al menos así se le pudo percibir durante su presentación en el desfile militar.
Lo que la presidenta Boluarte no ha calculado es que las calles se están llenando de protestantes y están tomando más fuerza cada día y están mejor organizados, si bien es cierto, legalmente ya se entornilló en el sillón presidencial junto a sus 130 socios parlamentarios, pero las protestas del pueblo se están haciendo sentir cada vez más, según va el aumento de la crisis económica. Craso error sería subestimar el poder y la capacidad de protesta que posee por derecho un pueblo olvidado e indignado por las mentiras de los que hoy están en el poder.
En una parte de su mensaje informó muy tranquilamente que se ha duplicado la producción de hoja coca en el país, pasando de 50 mil hectáreas a 100 mil. Luego de ello no dijo cómo se va a enfrentar esta situación, que podría llevarnos a convertirnos en un narco estado.
Por otro lado, sobre la inseguridad ciudadana dijo que el 28 de octubre se vence el plazo para que los extranjeros regularicen su situación migratoria y que aquel que no tenga los documentos en regla será expulsado del país. De qué vale gastar en expulsar a los extranjeros que delinquen o que están irregularmente en el país, si ni bien salen, están retornando e ingresando por nuestra frontera norte que es una coladera.
Es decir, la señora Boluarte preparó un discurso que esta fuera de la realidad, elaborado con la única misión de apantallar e ilusionar a los incautos con una sarta de promesas sin fundamento. Como lo dije, hay que duplicar los esfuerzos por fiscalizar a este gobierno enredador, sobre todo desde las tribunas de la prensa libre y estaremos al pendiente para hacerle recordar en su momento a la presidenta sus promesas incumplidas, porque así no se le juega al Perú. Hasta la próxima semana mis amigos de Primera.

1 COMMENT

  1. Muy buen análisis. Una atingencia; no solamente una jugada sucia del gobierno y el congreso, sino también la “invisible” cúpula indispensable que los mantiene: las fuerzas armadas.

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