Estados Unidos rechazó ayer miércoles una propuesta de China para relanzar las conversaciones con Corea del Norte, y afirmó que la pelota estaba en el campo del régimen de Kim Jong-Un tras su recientes lanzamientos de misiles.
China, principal aliado y protector del régimen norcoreano, propuso que Pyongyang suspendiera su programa nuclear a cambio del cese de las maniobras militares lanzadas por Estados Unidos y Corea, con el fin de evitar “un choque frontal” entre las dos Coreas.
China presentó su propuesta después de que el Consejo de Seguridad de la ONU condenara el martes por la noche los últimos disparos de misiles norcoreanos, calificándolos de “grave violación” de las resoluciones del organismo y apunta a que “las partes vuelvan a la mesa de negociaciones”, según el canciller chino Wang Yi.
El comportamiento de Estados Unidos en la ONU es el de “un malhechor que grita”, según un portavoz del ministerio norcoreano de Relaciones Exteriores.
Pyongyang había propuesto en enero de 2015 suspender temporalmente sus pruebas nucleares si Estados Unidos anulaba sus maniobras conjuntas con Corea del Sur, pero estos dos países rechazaron la propuesta.
Pyongyang lanzó al menos cuatro misiles hacia el Mar de Japón y tres de ellos cayeron dentro de las 200 millas náuticas de la zona económica exclusiva japonesa.
Apuntando a “revaluar la manera de proceder con Corea del Norte”, la embajadora estadounidense afirmó que “todas las opciones están sobre la mesa” y no excluyó por completo la posibilidad de negociaciones directas.
“Necesitamos que Corea del Norte realice acciones positivas antes incluso de que podamos tomarla en serio”, señaló.