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Dicen que en boca de mentiroso, lo cierto se hace dudoso. Y este dicho bien le puede caer al candidato presidencial de Alianza para el Progreso, César Acuña Peralta, quien ha salido a dar una serie de versiones, diferentes cada una de ellas, ante las denuncias de plagio en su tesis doctoral que presentó a la Universidad Complutense de Madrid, de otra que le permitió obtener una maestría en la Universidad de Lima, y la última, más grave aún, de haberse apropiado de la autoría de un libro.
Pues bien, el candidato de plata como cancha dijo ayer que no sabe nada del spot que se difunde en la televisión, en el que se le compara nada menos que con el pastor bautista, activista de los derechos civiles de los afroamericanos en los Estados Unidos y Premio Nobel de la Paz 1964, Martin Luther King.
El spot de marras fue colgado por Luis Favre, el asesor de Acuña, en su cuenta de Twitter y luego se difunde en canales de señal abierta. El candidato presidencial respondió que no sabe lo que hace el señor Favre, que él no se encarga de ese trabajo y pidió que le pregunten al publicista.
¿Es posible que César Acuña no haya estado al tanto de la difusión de ese spot? ¿Paga una millonada al publicista brasileño para que le asesore su campaña electoral y no sabe qué hace este señor? Francamente resulta muy difícil de creer.
Pero el tiro le puede salir por la culata al candidato que gana 56 millones de soles y que en un momento ha dicho que con su plata puede hacer lo que quiera, pero ese es otro tema que se esclarecerá después, porque las universidades privadas están exoneradas de impuestos para que reinviertan esos recursos en educación, y no vayan al bolsillo de sus propietarios.
Siguiendo con el spot, tácitamente se está aceptando que César Acuña Peralta plagió todo lo que se denuncia, al señalar el video que “plagiar es grave, pero la vida de un ser humano no se reduce a ello”.
Recordemos que ya Acuña negó haber plagiado su tesis doctoral que presentó a la Universidad Complutense de Madrid, pero después dijo que se trata de omisiones que están consignadas en la bibliografía, y cuando se le demostró que había plagiado no solo párrafos sino páginas completas de autores que no figuraban ni en su bibliografía, manifestó muy fresco que se trató de dos o tres. ¿Acaso no es ladrón el que roba diez soles y el que se lleva ilícitamente 10 millones de dólares?
En el caso del libro “Política Educativa: conceptos, reflexiones y propuestas”, su autor, el profesor universitario Otoniel Alvarado Oyarce, galardonado con las Palmas Magisteriales y dos veces Medalla de la Derrama Magisterial, ha negado enfáticamente haberle pedido en algún momento que sea coautor de su obra, como asegura Acuña.
La mentira tiene patas cortas, reza otro dicho que su propio candidato al Congreso, y ex seleccionado nacional, Roberto “Chorrillano“ Palacios, lo utilizó cuando se le consultó por las denuncias contra el líder de APP que lo invitó integrar su lista parlamentaria.
Ojalá que las denuncias de plagio, delito penado con cuatro a ocho años de cárcel, no se confirmen cuando hipotéticamente ya sea presidente del Perú. Entonces el Congreso tendrá que vacarlo por insolvencia moral y será su primer vicepresidente que lo reemplace. Y ¿saben quién es esa persona? Anel Townsend, quien lo defiende de forma vergonzosa de todos los cargos. Quizá sea por eso, porque bien puede convertirse en Presidente de la República. ¿Se imaginan? Nadie sabe para quién trabaja. Hasta mañana amigos de La Primera
