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El jueves 10 de junio, la tienda política de Fuerza Popular amaneció como un avispero, pues el fiscal del caso Lava Jato, José Domingo Pérez, había solicitado al juez Víctor Zúñiga Urday que revocara la orden de comparecencia restringida contra Keiko Fujimori y la detuviera.
El fiscal argumentó que Fujimori Higuchi estaba en contacto con Miguel Torres Morales, ex congresista y testigo del caso vinculado a los presuntos aportes ilícitos a las campañas fujimoristas del 2011 y 2016.
Pérez Gómez ya había advertido sobre las ascuas de la primera vuelta que si Keiko Fujimori ganaba las elecciones presidenciales su juicio por lavado de activos se suspendería hasta el 2026.
