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Con profunda fe y algarabía, devotos y visitantes participaron nuevamente de la festividad, tras la pandemia
Fe, devoción y algarabía es parte de lo que se vivió en la festividad en honor a San Juan Bautista, patrón del distrito de Huariaca, conocida también como la tierra de los eucaliptos, en la región Pasco. En este pequeño, pero hermoso pueblo, pobladores y visitantes participaron del 22 al 27 de junio nuevamente de esta celebración tras la pandemia del covid-19.
Esta fiesta que consta de 3 mayordomías diferentes, conocidos como el primer, segundo y tercer día, inicia en la tarde con la llegada de las bandas junto a sus mayordomos quienes recorren las principales calles del pueblo. Aquí los que se animan disfrutan del baile que se prolonga hasta la noche.
El día 23 empieza con el sonido de las bandas y cohetes anunciando el tradicional Alba. Desde temprano el público hace largas colas en los locales de cada mayordomo para recibir botellas de aguardiente y el tradicional ponche. También en cada local, se realiza la entrega de la banda al próximo mayordomo, quien se compromete a realizar la fiesta del siguiente año. Los mayordomos recorren las calles para visitarse entre ellos, terminando en un gran baile.
Por la tarde, la quema de cohetes y muñecos en la plaza mayor anuncian el Albazo. Previamente estos cohetes son exhibidos por las principales calles, hasta llegar a la plaza. Ya por la noche se siente el fervor de la víspera. En la iglesia, los devotos visitan a su santo patrón quien es adornado y vestido para la procesión del día siguiente. La plaza, está llena de música, bailes y bebidas tradicionales como el calientito. Los presentes aguardan la media noche donde se encienden los castillos, con impresionantes fuegos artificiales.
A primeras horas de la mañana del 24 de junio o día central, todos están reunidos en el río Huallaga para el tradicional baño o cruce del río, en referencia al bautizo de San Juan. Con la precaución de una cuerda, los participantes deciden cruzar las frías aguas del afluente. Los primeros son los mayordomos, otros -animados de valor gracias al licor- deciden cruzar sin la cuerda. Es todo un espectáculo, claro con la atenta mirada de los rescatistas.
Aproximadamente a las 11:00 hora inicia la misa y la primera procesión del santo, quien al salir de la iglesia es recibido por los fieles y los negritos de Huariaca, quienes danzan en su honor. La imagen recorre por la plaza y calles del distrito con solemnidad, respeto y fervor religioso. En su recorrido, realiza distintas paradas en casa de los devotos quienes le rinden homenaje y agradecimiento a su patrón. La procesión llega hasta el hospital y luego retorna a la iglesia para comenzar a prepararse para su desplazamiento del día siguiente.
Este mismo fervor se mantiene por los días siguientes, finalizando el 26 de junio con el último recorrido procesional. Por la noche se realiza el concurso de bandas frente a la municipalidad y ya en la tarde del 27 de junio se realiza la despedida, culminando así la festividad.
