Responsables del servicio de sanidad pública británico advirtieron el miércoles de que las personas con un historial de reacciones alérgicas significativas no deberían recibir de momento la vacuna contra el covid-19 desarrollada por Pfizer/BioNTech.
La advertencia se produjo después de que dos trabajadores del Servicio Nacional de Salud (NHS) británico, que estuvieron entre los primeros en recibir la vacuna el martes, sufrieran reacciones alérgicas y necesitaran tratamiento.
El director médico del NHS en Inglaterra, Stephen Powis, explicó que ambas personas, que tenían un historial de alergias, se estaban recuperando correctamente.
La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA), organismo independiente británico que la semana pasada se convirtió en el primero del mundo en autorizar esta vacuna, ha aconsejado ahora que “las personas con un historial significativo de reacciones alérgicas no la reciban” como precaución, añadió.
Las reacciones alérgicas “significativas” incluyen medicamentos, alimentos o vacunas, según la MHRA.
El martes, miles de habitantes del Reino Unido se convirtieron en los primeros del mundo occidental en recibir una vacuna contra el covid-19, cuando el NHS comenzó la mayor campaña de vacunación desde su creación en 1948. La vacuna de Pfizer/BioNTech se administra en dos dosis, con 21 días de diferencia.
Las personas mayores de 80 años, sus cuidadores y el personal sanitario son los primeros designados para ser vacunados.
El país ha recibido unas 800.000 dosis de la vacuna en el primer lote de un pedido total de 40 millones que debe ir llegando progresivamente en los próximos meses.
El director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, dijo el martes que entendía la inquietud internacional por la velocidad con la que las compañías farmacéuticas han producido vacunas contra el coronavirus. Pero insistió en que se respetaron todos los protocolos de seguridad.
Pfizer afirmó que el MHRA les había informado de las reacciones alérgicas, pero que durante los ensayos clínicos de fase 3 en más de 40.000 personas, la vacuna fue “generalmente bien tolerada, sin que se hayan registrado problemas de seguridad graves”.