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Gran cantidad de turistas le dio un marco especial, que representa la reactivación económica de la provincia
Con un remate de carnaval pocas veces visto en los últimos años, la capital de la provincia de Tarata, región Tacna, celebró su último día de la fiesta, recordando que han pasado 4 años desde la declaratoria del carnaval de Tarata como Patrimonio Cultural de la Nación, al ser considerado como un testimonio de la creatividad artística de los habitantes de dicha provincia que refuerza los vínculos de confraternidad entre sus localidades.
Y es que había una razón muy especial para la fiesta de este año: es la primera vez que se realizan los carnavales como Patrimonio Cultural de la Nación debido a que la pandemia declarada en el 2020 suspendió las celebraciones de actividades públicas.
Por ello, el buen ánimo de los tarateños se evidenciaba, pues a cada momento alzaban la voz al ritmo de las comparsas -que ejecutaban una serie de pasos y mudanzas como el correteo, cojeo, zapateo doble, palmadas, giros de ida y vuelta y fuga- y exclamaban: “carnavales de Tarata, Patrimonio Cultural de la Nación”
La plaza principal de Gregorio Albarracín Lanchipa está totalmente abarrotada. El esplenderoso sol le daba un marco especial, al paso de las comparsas con sus trajes típicos y el acompañamiento de su banda de músicos, deleitando a las tribunas que respondían con fuertes aplausos.
Todos los danzantes, hombres y mujeres, con sus rostros pintados de talco, mostraron alegría y orgullo por ser parte de una de las fiestas más importantes de la región, llenas de entusiasmo, alegría y colorido.
Las mujeres llevaban faldas con faralas en varios tiempos, con encajes, cintas y telas de colores vivos; en tanto que los varones vestían pantalón de color entero con cintas y adornos de colores a los lados, así como chalecos decorados (de distintos colores dependiendo de donde procedían) y sus tradicionales pañuelos en el cuello y sus sombreros.
Cientos de turistas locales, nacionales y extranjeros estaban presentes con los rostros cubiertos por el talco, y el cuerpo con gran cantidad de serpentina y otros aditamentos típicos de estas fiestas como los disfraces.
Algo que también llamó bastante la atención de los visitantes nacionales y extranjeros es que muchos ciudadanos se caracterizaron de héroes y villanos de las películas y series de Marvel y Disney.
Personajes como Deadpool, Venom, Elsa y Olaf (Frozen), Piratas del Caribe, Oso Ted, Dragon Ball o vaqueros y pieles rojas, tanto en hombres como mujeres, recorrían las calles bailando y derrochando algarabía.
El alcalde provincial Kenny Henry Menendez Copaja, destacó la gran concurrencia y la magnitud que habían alcanzado los carnavales que representan “una muestra de la reactivación económica de la provincia”.
Las actividades principales del carnaval tarateño se iniciaron el sábado con la “misasha” (pago a la tierra y permiso a la madre naturaleza), corte y recojo del árbol en el cerro Ticalaco.
Luego las madrinas, padrinos y acompañantes trasladaron el árbol de tipo alisado hasta la casa del alferado 2023, para su decoración con mixtura, serpentina, aguayos, frutas, entre otros productos.
Posteriormente, las comparsas “Cultural Juvenil Unión Tarata”, “Orgullo Tarateño” y “Corazón Tarateño”, vestidos con trajes típicos de Tarata y disfrazados de sus personajes favoritos en la ficción y realidad, colocaron árboles en el frontis de la parroquia San Benedicto para su posterior “Tumba de árbol”.
En horas de la noche una pareja, de la comparsa “Cultural Juvenil Unión Tarata”, fueron los que tumbaron el árbol y ellos son ahora los alferados que tendrán la responsabilidad de los carnavales 2024.
