Luego que el Jurado Nacional de Elecciones oficializó la salida de Julio Guzmán y César Acuña de los comicios generales, y el Partido Nacionalista decidió retirar la candidatura de Daniel Urresti, el tablero electoral quedó prácticamente esclarecido y todos coincidían en que había llegado el momento de dar paso al debate de ideas y propuestas como estrategia para ganar los votos de los electores, sobre todo de los que ya habían decidido por los postulantes que ya no están en carrera.
Pero vemos que las ideas y programas de gobierno siguen quedando a un lado, porque pareciera que los candidatos a la presidencia de la República prefieren hacer declaraciones sobre otros asuntos que seguramente piensan les da más réditos políticos y de publicidad, que hablar de sus propias ofertas electorales.
Como a finales del siglo pasado en que se apelaba a los sicosociales para distraer la atención, el exministro fujimorista de Agricultura, José Chlimper Ackerman, recurrió a la virgen para defender a su candidata presidencial Keiko Fujimori de los pedidos de exclusión en su contra por haber supuestamente entregado dinero en un concurso organizado porel colectivo Factor K.
La lideresa del fujimorismo ha pisado también el palito de la primera dama Nadine Heredia y ahora se dedica a responder los puyazos que la esposa de Ollanta Humala le lanza desde las redes sociales, en un enfrentamiento que ya lleva varias semanas, casi desde el inicio de la campaña electoral.
Y como para ganarse los votos dejados por Guzmán, el candidato de Acción Popular, Alfredo Barnechea, se ha declarado en un duelo aparte con la postulante del Frente Amplio, Verónika Mendoza, luego que algunas en- cuestas los empata en un tercer lugar de las preferencias.
Ya acabó la novela Acuña-Guzmán, y el nuevo título se llama Keiko Fujimori, a la que todos los adversarios le han puesto la puntería presionando a las autoridades electorales para que ya le bajen el dedo, y que la mida con la misma vara que a los ya excluidos.
Siempre hemos señalado que la ley es la ley y se debe aplicar a todos, sin distinción, les guste o no les guste. Confiamos en que el Jurado Electoral Especial y el Jurado Nacional de Elecciones actuarán, como lo han reiterado, ajustados a las normas y a la Constitución. Serán ellos los que decidirán en su momento si Keiko Fujimori cometió infracción a la ley y la excluyen o no. A los demás, todos los demás actores del proceso electoral, nos les quedará más que acatar la decisión, estén o no de acuerdo.
La primera dama Nadine Heredia también está jugando su partido aparte. Ya no está el candidato que apoyó públicamente, y retiró al de su partido, Daniel Urresti, a quien dicho sea de paso nunca le dedicó ni una frase de aliento cuando el exministro del Interior se batía solo y heroicamente en su campaña.
La esposa del presidente Ollanta Humala -cuya situación legal se complica más con el caso de supuesto lavado de activos por el tema de las agendas, y extendido al sonado caso de corrupción internacional llamado Lava Jato– ahora se dedica a cuestionar las decisiones del Jurado Nacional de Elecciones y continúa su bronca con la lideresa de Fuerza Popular. ¿Es que está a la búsqueda de un nuevo candidato que le pueda cuidar sus espaldas en caso llegue al gobierno? Eso se sabrá en los próximos días.
Basta de circo señores. La población espera propuestas serias y concretas para resolver los principales problemas del país, y no que sigan dedicándose a asuntos banales que solo buscan titulares en los medios. No se burlen del pueblo, quedan solo 25 días para las elecciones y hasta hoy nada de nada. Para muestra un botón: Ayer la violencia delictiva en las calles cobró la vida de dos policías y la ciudadanía sigue esperando que le digan cómo van a poner fin a este drama que vive desde hace ya varios años. Hasta mañana, amigos de La Primera