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Oleado y sacramentado dejó el viernes el presidente Francisco Rafael Sagasti Hochhausler su gobierno temporal de seis meses con un mensaje a la Nación en el que pidió respetar la voluntad que exprese el pueblo peruano en las urnas el próximo 6 de junio. El jefe de Estado invitó a la ciudadanía a acudir a las urnas, aparentemente apremiado por irse a su casa. ¿Tendrán algo que ver los dos decretos supremos que firmó con la mano y luego borró con el codo autorizando la explotación minera extranjera en la frontera?
