INVESTIGADO POR CORRUPCIÓN MÁS MENTIROSO QUE NUNCA
A pesar de que tiene dos inhabilitaciones aprovecha inexistencia de partidos políticos en zonas populares para decir que postulará a la Presidencia del Perú
Mientras siguen firmes sus dos inhabilitaciones para ocupar cargo en el Estado hasta el 2031, Martín Vizcarra continúa con su ya conocida costumbre de mentir, como prueban los videos en sus propias redes sociales, donde se promociona como candidato presidencial el 2026. Además, no muestra escrúpulos en usar menores de edad y la memoria de su madre para impulsar su imagen.
En un reciente evento partidario, el “Lagarto” coordina con sus colaboradores que los presentes griten “Vizcarra presidente” y “Yo voto por Martín”. Lejos de explicar que él no puede postular durante una década, fomenta situaciones que no se darán, engañando a los asistentes.
“Me dan la fuerza para seguir adelante para juntos poder hacer los cambios y la transformación”, dice en su cuenta de TikTok, como si fuera un candidato o precandidato al sillón de Palacio de Gobierno. Pero esto no es la única falsedad que difunde este personaje.
Investigado por casos de corrupción que van desde el Vacunagate, el Club de la Construcción, Richard Swing, Provías, etc. Vizcarra sigue libre, mientras a políticos con menos indicios criminales el sistema de justicia los tuvo en prisión preventiva. Alejandro Toledo, Keiko Fujimopri y Ollanta Humala son los ejemplos del doble rasero de fiscales y jueces.
En otros videos expone a uno de sus nietos, al que se le ve que claramente no pasa de los 6 o 7 años. También habla de su madre muerta, como si revelar la identidad de un niño o aprovecharse políticamente de un familiar fallecido sean demostraciones de ser decente u honesto, cuando los expertos señalan que esto es arriesgado para el menor de edad, y poco empático, respectivamente.
Una de sus tácticas es visitar zonas donde la mayoría de las personas no ha tenido acceso a una buena educación. Al parecer, aprovecha que están desinformados de detalles muy importantes en la política, como sus dos inhabilitaciones para ocupar cargo público alguno. Allí llega con globos y otros regalos, valiéndose de que muchos vecinos no pueden darse el lujo de rechazarlos, porque viven en difíciles condiciones económicas.
Así, “tiktokea” desde el asentamiento humano Nueva Rinconada, en San Juan de Miraflores. También lo hace desde Lomas de Amauta, en Ate, como una involuntaria comparación a Lomas de Ilo, proyecto de cuando era gobernador regional de Moquegua, y donde habría cometido irregularidades por varios millones de soles, a cambio de una cuantiosa coima.
El tres veces vacunado no desperdicia sus contactos para gestionar visitas a lugares donde estudian adolescentes y jóvenes que se preparan para postular a la universidad. En dos academias dicta charlas de motivación y de temas económicos. Allí, se toma selfies con incautos alumnos, a espaldas de muchos padres que reprobarían la presencia de un sujeto tan cuestionado.
Esto cuenta con la ayuda –voluntaria o involuntaria- del Equipo Especial Lava Jato. El fiscal Germán Juárez Atoche solo había denunciado a Vizcarra por cohecho (soborno) ante el Poder Judicial. La jueza Margarita Salcedo precisó que, si el expediente señalaba que el procesado se había coludido con funcionarios y empresarios para actos de corrupción, se debía incorporar el cargo de colusión.
Juárez se negó, y un fiscal superior tuvo que aceptar la observación. En las audiencias de control de acusación, él no sustentó, sino que mandó a su adjunto, Osías Castañeda. Entonces, la magistrada Salcedo decidió que se pase a la etapa de juicio oral por cohecho.
Todo esto demoró varias semanas el proceso, pero cuando se esperaba al fin rapidez, Juárez reclamó que –ahora sí- se incluya colusión. Esto demora todo, y da tiempo a Vizcarra para seguir presentando acciones de amparo, e incluso acudir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con la esperanza de que anulen, o al menos suspendan sus inhabilitaciones. Justicia que tarda no es justicia.
Obsesiva ojeriza de este diario hacia el Sr Vizcarra. Si la fiscalía no halla indicios siquiera, de malos manejos, como pueden los congresistas opositores continuar con sus acusaciones. Solo con su absurda pretensión de hacer creer que vacunarse sin conocimiento del pueblo es falta grave; cuando las vacunas eran experimentales y el riesgo corría por cuenta del ciudadano y lo más importante era que el procedimiento era totalmente reservado. Lo que en verdad quieren sus opositores es retirarlo de la contienda electoral