EDITORIAL: GOBIERNO DISFUNCIONAL

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PPK-Y-ZAVALA

 

Los hasta hoy negativos resultados de la gestión de gobierno de Peruanos por el Kambio, que lidera Pedro Pablo Kuczynski, proyectan la sensación de que no sabe a ciencia cierta qué es lo que está haciendo en el gobierno. Creo que los ppkausas subestimaron la tarea y no tomaron en serio el compromiso que significa realmente administrar el país. Da la sensación que para ellos (PPK y Cia.) gobernar el Perú iba a ser como una pichanga de medio tiempo. Algo como ejercer una gerencia con una docena de asistentes que iban a hacer la chamba por ellos. Y que las cabezas se iban a concentrar en sus negocios particulares, aquellos que en verdad les interesan y dejan gruesas ganancias. Pues el tiro les está saliendo por la culata.
Al parecer el cargo presidencial le está quedando grande a PPK. Una cosa es un ministerio y otra la Presidencia de la República. El Perú ha cambiado, ya no es el país manso y silencioso que acataba con estoicismo las decisiones de gobiernos autoritarios del pasado. El pueblo está levantando la cabeza, hastiado e indignado de ser engañado y vejado por las acciones de los últimos gobernantes y está decidido a no dejar pasar ninguna ventaja, ni abuso de poder.
Le falta muñeca política
Haber encargado el premierato a un técnico como Fernando Zavala no fue una buena idea, al menos políticamente, pues su realidad post electoral con una mayoría fujimorista opositora en el Congreso, le exige como jefe de gabinete a un líder político con experiencia, carisma y astucia conciliadora. Gobernar sin mayoría no es gobernar, requiere de mucha paciencia, destreza y maña política.
Lo primero que ha debido de tener en claro PPK al asumir la presidencia sin mayoría parlamentaria es que la mitad de sus proyectos personales y públicos no se iban a realizar. Invertir tiempo en forzarlos solo iba a ir en desmedro de la gobernabilidad. Insistir en ello sólo lo llevará a tener un gobierno como el de Ollanta Humala, menos que mediocre, sin grandes reformas, sin grandes logros y tal vez con el mismo fin. Sobre todo cuando hay temas candentes y pendientes de corrupción que apuntan directamente al presidente y sus manejos lobistas del pasado.
Y es que hasta nombrar a sus ministros, combatir la inseguridad ciudadana y promover inversiones necesarias para el país requiere que tenga muy buena muñeca. Su nexo con el gran empresariado y la etiqueta de lobista que lo persigue desde siempre le está jugando en contra de sus intentos por impulsar importantes proyectos. Sobre todo que dentro de ellos siempre hay un trasfondo oscuro de beneficios de empresas trasnacionales.
Los cuatro años de gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, que aún le quedan por delante, pueden ser muy inestables políticamente. El gobierno de los ppkausas tiene muchos frentes abiertos en los que tendrá que trabajar arduamente pues en lo que va de gobierno no se han alcanzado resultados importantes. Está pendiente con carácter de urgencia el combatir la inseguridad ciudadana, la principal preocupación por estos días, reactivar la economía y dar señales claras contra la corrupción; pero también será muy importante que empiece de inmediato a atenuar asperezas con la oposición.
Estas falencias y faltas de resultados positivos diagnostican que el grupo que conforma el gobierno es disfuncional. Ello se puede corregir con visión de estadista y pasión por el bien del país. Y sobre todo voluntad de servicio exclusiva con el Perú. Hay que ver si este gobierno cuenta con esos atributos. Hasta mañana mis amigos de Primera.

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