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La libertad de Alberto Fujimori es un tema que vuelve reiteradamente y con fuerza a la agenda política nacional. Algunos fujimoristas piden un indulto para el ex presidente, otros arrestos domiciliarios y el Gobierno de Pedro Pablo Kuczynski se resiste sigilosamente a tomar al toro por las astas. A mi entender forma de parte de una estrategia en el juego político. Pues PPK sabe que el caso del Indulto Humanitario es una valiosa carta bajo la manga que piensa utilizar en su momento.
La comisión de Justicia del Congreso archivó ayer el proyecto de ley que buscaba pasar a prisión domiciliaria a los sentenciados mayores de 75 años. La iniciativa del congresista Roberto Vieira (Ex Peruanos por el Kambio), que buscaba favorecer al expresidente Alberto Fujimori, fue votada en contra por la bancada de Fuerza Popular. Y con ello se deshace los intentos sobones de Viera por impulsar una ley con nombre propio. Y con ello el as bajo la manga de PPK se fortalece.
Como se recordará la Sala Penal Especial de la Corte Suprema condenó a Alberto Fujimori a 25 años de prisión tras determinar que fue autor mediato de homicidio calificado con alevosía, lesiones graves y secuestro agravado, en las matanzas de Barrios Altos, La Cantuta y los secuestros del periodista Gustavo Gorriti y el empresario Samuel Dyer Ampudia. “Este tribunal declara que los cuatro cargos se encuentran probados más allá de toda duda razonable, y la sentencia es condenatoria”, indicó el juez César San Martín, quien lidero todo el proceso.
Estos son los cinco casos por los cuales el expresidente Alberto Fujimori recibió sentencias condenatorias por parte del Poder Judicial del Perú, tras ser extraditado de Chile en 2007.
Usurpación de funciones. La primera sentencia se dictó el 11 de diciembre del 2007. La Sala Penal determinó que Fujimori ordenó a un militar suplantar a un fiscal para allanar ilegalmente la casa de Trinidad Becerra, esposa de Montesinos. Se presume que el ex presidente desapareció varios ‘vladivideos’.
Cantuta, Barrios Altos y secuestros. El 7 de abril del 2009 se dictó la segunda sentencia y se le impuso 25 años de prisión por ambos casos. También se le condenó por los secuestros del periodista Gustavo Gorriti y del empresario, Samuel Dyer, tras el autogolpe de Estado de 1992.
Delito de peculado. Alberto Fujimori reconoció este delito luego de entregar 15 millones de dólares del Estado peruano para a su ex asesor, Vladimiro Montesinos. La Sala le impuso 7 años y 6 meses de cárcel.
Delito de corrupción. Ese mismo año recibió su cuarta sentencia por espionaje telefónico, pago a medios de comunicación y compra de congresistas. Se le condenó a 6 años de cárcel y el pago de una reparación civil a las víctimas del famoso ‘chuponeo’.
Caso Diarios ‘Chicha’. El 8 de enero del 2015, la Cuarta Sala Penal Liquidadora sentenció a Alberto Fujimori a 8 años de prisión por el desvío de fondos de las Fuerzas Armadas y el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), para financiar un grupo de diarios para impulsar su reelección en 1995. Este 16 de agosto, la Sala Permanente de la Corte Suprema, presidida por Javier Villa Stein, declaró su inocencia en este caso y lo absolvió de la pena de 8 años.
Los cargos y las sentencias están ahí y no hay nada que hacer al respecto. Pero lo que sí puede hacer PPK es utilizar su atributo presidencial del Indulto Humanitario para agraciar a Alberto Fujimori y darle la libertad, al menos para el tiempo que le quede de vida, pues como es sabido el encierro, las enfermedades que padece y su avanzada edad han deteriorado gravemente su estado de salud. Pero aquí a mi entender se está dejando de lado el tema humanitario para que prime el cálculo del manejo político. Al parecer PPK y su cúpula quiere guardarse la carta del indulto bajo la manga, para utilizarla en un momento crucial y no soltarla a cambio de nada. Quizá la esté guardando para salvarle el pescuezo a su ministro de Transportes y Comunicaciones Martín Vizcarra y a su par del Interior Carlos Basombrio, cuando les toque ser interpelados y tal vez censurados por el Congreso de la República de mayoría Fujimorista. O quizá está esperando ganar tiempo y ver hasta dónde van a llegar las investigaciones del caso Lava Jato, que sin duda en algún momento le van a tocar la puerta. Y quizá en esas circunstancias use su comodín para su conveniencia personal. Hasta mañana mis amigos de Primera.
