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Ayer sábado el papa Francisco visitó el barrio Buenos Aires, en el distrito de Víctor Larco, en Trujillo, uno de los más pobres y golpeados por el fenómeno de El Niño costero del verano pasado. Sin embargo, lo que el Sumo Pontífice no apreció fueron los verdaderos estragos aún presentes en esta zona, y la lenta reconstrucción por parte del Gobierno de PPK. Así lo comprobó la prensa en un recorrido que realizó por toda la avenida Pedro Herrera, hasta la entrada del barrio Buenos Aires. Las autoridades marcaron la ruta del Papa con telas blancas, pero en algunas zonas donde había casas prefabricadas o viviendas muy deterioradas se colocaron plásticos celestes. También se apreciaron planchas de triplay. Pero a pesar que el gobierno intentó ocultar la realidad, personal cercano al Sumo Pontífice, comprobaron y registraron en fotos y videos, la devastación de los huaicos con centenares de familias que aún viven en casas improvisadas con sacos; o casas prefabricadas que el gobierno les entregó, pero no culminadas. Una vergüenza más de PPK puesta al descubierto.
